lunes, 2 de junio de 2014

Con gusto

 [Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 30 de mayo]

En la presentación, ayer, del concurso de tapas de Zaragoza, la directora general de Turismo adelantó que en el último trimestre de 2014 se celebrará la segunda edición del festival gastronómico ‘Aragón con gusto’, incluyendo el concurso aragonés de tapas. Una buena noticia, sin duda, aunque no se sepan ni presupuestos, ni origen de los recursos.
Y lo es porque se mantiene una marca en la que ya se han invertido muchos miles de euros. También por su indudable aliciente para el consumo, interno y externo, y porque mantiene el compromiso del Gobierno autónomo hacia el sector. Enhorabuena, pues.
Pero. Algunos pensábamos que el proyecto iba a ir mucho más allá, que nació de forma apresurada, al calor del plan Impulso, pero que iría cristalizando a lo largo del tiempo, convirtiéndose en el estandarte global, el paraguas del que colgarían las diferentes iniciativas enogastronómicas y agroalimentarias de la comunidad. Parece que no.
Aragón con gusto’ estuvo en Fitur como tal, donde se presentó la guía oficial de tapas, pero ha desaparecido del papel y las pantallas. El concurso de tapas de Zaragoza, el más veterano de España, también debería llevar ese logo, como el resto de certámenes, el propio festival de Zaragoza y los numerosos eventos que se celebran en la región. ¿O es que la gastronomía aragonesa no es la suma de todas sus actividades? ¿O simplemente se va a utilizar la marca cuando la mayor fuente de financiación sea el Gobierno?
Se reconoció en la presentación que la gastronomía es uno de los ejes primordiales de la promoción turística, y también que muchas de nuestras propuestas, como este certamen de tapas, el más antiguo del país, apenas tienen repercusión fuera. Cumplida casi la mitad del año, la realidad es que Aragón con gusto no existe como marca.

Y aunque considere el firmante que no era la más idónea, por su escasa diferenciación, sostiene que es necesaria, ya que existe. ¿Existe como tal o, una vez más, entendimos todo al revés?

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