sábado, 16 de agosto de 2014

La sidra como forma de viajar

[Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 15  de agosto]

FOTO. Gabi Orte / Chilindrón.es

La Sidrería Beguiris, escondido enclave vascongado 
en pleno barrio de Santa Isabel

Son muchos los restaurantes que, de acuerdo con su decoración y oferta gastronómica, son capaces de ubicarnos en un espacio concreto o, por el contrario, desplazarnos de forma virtual hasta otro lugar. No puede existir un chiringuito sin la playa al lado; determinados mesones nos ubicarán en Castilla merced al aroma de sus lechazos; o las pequeñas mesas abarrotadas y ruidosas, con manteles de cuadros, serán capaces de acercarnos a Roma, aunque la pasta no esté en su punto de cocción.
Una de esas experiencias es la que se puede lograr en el zaragozano barrio de Santa Isabel. Si uno abre los ojos, una vez en su interior, a duras penas descubrirá donde se encuentra. La decoración del local, presidido por dos enormes cupelas repletas de sidra, la terraza exterior, en la que se agolpan mesas –corridas, como en el norte− y todavía más sidra, la ausencia de otros referentes y especialmente el ritual del ‘txotx’ desorientarán al neófito.

David Royo escanciando sidra en su establecimiento.FOTO. Gabi Orte / Chilindrón.es
Cuando, de repente, David Royo –copropietario del local, junto con su esposa Eva Romanos, en la cocina– da un fuerte golpetazo y grita ‘txotx’, los comensales abandonan sus banquetas y se dirigen hacia David con los vasos en la mano. Este servirá sidra de uno o varios de los sietes depósitos diferentes, siendo seguido por los comensales. Solo con ello ya se disfruta de la experiencia.
Pues este proyecto ya veterano, desenfadado y simpático, ya ha trascendido el barrio que les vio nacer. Y es, literalmente, un remedo de una típica sidrería vasca. Mesas corridas para compartir, sidra sin límite, servida también en botella –aunque para los irredentos haya vino y cerveza−, gracias al curioso dispensador patentado por la casa, que también ejerce de tarjeta.
Y en consonancia con la tradición, una cocina basada en el producto, con la justa y mínima elaboración para realzar sus sabores. Como sus magníficas croquetas de chuletón, espárragos de Navarra, frescos en temporada y ahora de una buena marca garbanzos con bacalao, txistorra, alubias de Tolosa con sus sacramentos, patatas asadas, revuelto de morcilla, tortilla de bacalao, atún a la brasa, chuletón a la brasa –que es de verdad, lo que se nota en el sabor–, queso con nueces y membrillo, etc. Una oferta para abandonarse a la gula, ya que las raciones son muy generosas, cuyo precio medio no tiene por qué superar los 25 euros.
Además de la carta, la casa ofrece un buen número de menús a precio cerrado, que abracan desde el diario, por 16 euros, hasta el más largo, de degustación, por 32. Y grandes ideas, como la posibilidad de contratar transporte, café y copa para llegar al centro de Zaragoza tras la cena. Además, cuenta con una buena terraza –ideal para soltar a los niños–, y reservados para grupos, siendo posible llevarse la propia comida y elaborarla allí mismo, en una de sus brasas.
Para descubrirlo y disfrutarlo. Eso sí, desde el próximo jueves, que es cuando acaban sus vacaciones, aunque ya el miércoles sacarán a las calles de Santa Isabel su cupela móvil para servir su sidra en las fiestas patronales del barrio.
Sidrería Begiris. Inocencio Ruiz Lasala, 52. Santa Isabel. Zaragoza. 691 660 055. www.sidreriabegiris.com. De lunes a domingo de 13 a 17 horas; Viernes y sábado, también de 20 a 24 horas. Cierran noches de domingo a jueves.  Vacaciones: del 4 al 20 de agosto. Admiten tarjetas y reservas.

Menú del día: 9,50 euros, de lunes a viernes, mediodía: bebida incluida. Todos los días: 16 euros, bebida incluida. Menú sidrería: 29, euros, bebida incluida. Menú degustación: 32 euros, bebida incluida. Precio medio carta: 25 euros. Dos reservados –txokos− para 20 y 30 personas. Jardín con terraza, con capacidad para 30 personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario