La liberalización de los horarios comerciales afectará
muy negativamente al comercio de proximidad. Así lo aseguran desde ECOS,
quienes señalan que se va a producir el efecto contrario al deseado, porque no
va a aumentar el consumo, pero sí los costes, lo que se traduce en el cierre de
muchos comercios. Además, temen que esta medida venga por presiones de los
mercados.
Esta nueva política económica incrementa las horas de las
grandes superficies de las 72 hasta las 90 máximas, y aumentan los festivos de
ocho a diez como mínimo, e incluso en algunas ciudades, como Zaragoza, se
abren unas áreas de especial afluencia turística que cuentan con una total
libertad de horarios.
Desde la Federación de Empresarios de Comercio y
Servicios se duda sobre la legalidad de esta medida porque, según ha indicado
su presidente, “invade competencias autonómicas”.
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