sábado, 21 de diciembre de 2013

Huesca

[Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 20 de diciembre]

No ha podido ser. El poderío del País Vasco –con su veterano y decidido apoyo a su gastronomía− se ha impuesto, de forma que Vitoria será la Capital gastronómica española del año 2014, luchando Huesca paran conseguirlo en 2015.
Lo que nos coloca en un punto interesante. Pues reconociendo que la capital altoaragonesa, y toda la provincia, son bastiones y adelantados en el desarrollo de nuestra gastronomía y agroalimentación, se antoja que la candidatura se ha configurado como una campaña muy local, demasiado local.
Salvando las distancias, si la Expo de Zaragoza, mal o bien, trató de venderse también como proyecto de la comunidad, además de local, la sensación es que la opción oscense no ha querido –podido, logrado, intentado, quién sabe− trascender más allá de sus límites provinciales.
Ello no supone prejuzgar las fortalezas oscenses. Sus restaurantes, siempre bien valorados por profesionales y clientes; la equilibrada distribución de la producción agroalimentaria en toda la provincia, y su consumo local; las numerosas marcas de calidad y territoriales que se están consolidando; las tapas, la micología, etc. Aunque también hay señaladas carencias, como esa oposición a que despegue el mercado agroecológico local, por ejemplo.
Ello supone un error de fondo, de concepto. Vitoria, por ejemplo, no es la ciudad más potente, desde el punto de vista gastronómico, del País Vasco, pero ha jugado sus bazas con un poderoso telón de fondo. No es este el caso, pero probablemente una mayor implicación del resto de Aragón se reforzaría el poderío oscense. ¿O no suman el jamón de Teruel, el melocotón de Calanda, los vinos de garnacha, o los aceites del Moncayo y el Bajo Aragón?

Queda un año para tratar de solucionarlo.

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