sábado, 20 de junio de 2015

¿Pa qué las prisas?

[Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 19 de junio]

Hace unas semanas se aprobó la creación del Instituto agroalimentario de Aragón, organismo “que investigará desde la producción de materias primas de origen vegetal y animal, su transformación industrial en alimentos, bajo criterios de calidad y seguridad alimentaria, hasta aspectos relacionados con la gastronomía, la nutrición, la salud y el consumo, teniendo en cuenta aspectos económicos, sociales y medioambientales”.
No es magro objetivo, sino al contrario. Pues el gobierno saliente ha necesitado nada menos que cuatro años para materializarlo. Y no escribimos de edificios o dotaciones, sino simplemente del papeleo paa aglutinar a los investigadores del instituto.
Sin embargo, con el gobierno ya en funciones ­–y sus miembros poco activos por el Pignatelli según cuentan los colegas-, ya se ha creado la comisión rectora, “que trabajará en la puesta en marcha del instituto con el objetivo de que esté funcionando a pleno rendimiento antes de final de año”.
¿Por qué tanta prisa? Y más en estas circunstancias. El firmante tiende a ser bien pensado, pero leyendo el ámbito de actuación que se supone propio del instituto, parece como un intento de dejar sentadas las líneas de nuestra agroalimentación, no sea que vengan los rojos y, por ejemplo, prohíban los transgénicos. O incluso peor, quizá se trate de afianzar estructuras, personas y plazas, antes de que nadie pueda mínimamente analizar qué ha pasado en estos últimos años con la investigación y tecnología agroalimentaria aragonesa.

Si todas las fuerzas políticas coinciden en que la agroalimentación es materia estratégica en esta tierra –es decir, profundamente política­- habrá que esperar a que funcione el nuevo gobierno, las nuevas cortes, para tomar decisiones. Lo contrario suena bastante feo.

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