[Artículo publicado por el director de GASTRO
ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 2 de mayo]
Otro revuelo más, nuevos argumentos para conversaciones de
café, o, más bien, ‘facebooks’ y ‘bloges’, pues ya que no podemos consumir
como nos gustaría, al menos debatimos en su torno. El restaurante de los
hermanos Roca ya no es el mejor del mundo según la revista ‘Restaurant’, que acaba de conceder sus
premios, relegado al segundo lugar. ¿Y qué? Pues nada, ya que parece difícil
que su solicitado negocio se resienta por ello.
Y parece que se han confabulado contra nuestro país. Que a
pesar de la magnífica posición de los restaurantes españoles en dicha lista,
tres entre los diez primeros, siete entre los 50, y 10 entre los cien
seleccionados, algo que no sucede con Francia, ni Estados Unidos, ni Japón,
este año nos hemos enfadado casi todos. Se atacan los criterios de dicha
clasificación −¿y el año pasado?−, como si se conocieran sus bases; se especula
sobre determinados contubernios, como si esta lista –lo mismo que la de las
estrellitas− fuera a cambiar el devenir no ya de la humanidad, sino de la
gastronomía realmente existente.
Y lo más divertido es que se opina sobre estos restaurantes,
como si cada opinante comiera en ellos con asiduidad. No dudo que algún –escaso−
especialista bien pagado, además de gastrónomos con abundante tiempo y cartera,
conozca medianamente los cien seleccionados. Pero no, desde luego, los que han
inundado el éter cibernético con miles de comentarios. ¿Han visitado siquiera
alguno de los diez españoles?
Evidentemente esta lista, como casi todas, no deja de ser
una apuesta mediática y promocional, incluso si se quiere, con la inconfesada
ambición de desplazar el centro de la gastronomía de lo mediterráneo, Francia,
a lo sajón y nórdico, Londres. Puede ser. Pero no pasa de ello.
Y, en cualquier caso, el movimiento de posiciones poco
afectará a su gastronómica vida cotidiana. Y lo supraescrito sirve, con
matices, para toda suerte de clasificaciones y concursos.