El salón gastronómico Madrid Fusión ha celebrado una subasta de trufas
que se ha saldado con la adjudicación de un ejemplar blanco de procedencia
italiana por 8600 euros y otro negro procedente de Huesca por 5500 euros.
La tradicional subasta de la trufa negra, cuyo dinero irá destinado a la
Fundación Luis Ganella, dedicada a mujeres discapacitadas, ha tomado tintes de
lucha cuando dos asistentes han ido pujando de 100 en 100 euros como si de un
preciado tesoro se tratara. Al final, cuando los subastadores casi han tenido
que forzar el cierre, el afortunado en hacerse con el botín ha sido Honorato
Espina, cocinero mallorquín de la cadena hotelera Iberostar, quien ha
reconocido que la trufa será un regalo para un amigo que hoy cumple años. Y es
que la lucha merecía llegar al punto en el que ha finalizado, ya que se trataba
de un lote de un kilo de trufa de Huesca recogida esta mañana y donada por la diputación,
que ha alcanzado los 5500 euros.
La trufa blanca, una donación de un productor italiano, ha sido
adquirida por el cocinero italiano Andrea Tumbarello, habitual asiduo a esta
subasta, quien se ha llevado esta pieza de 375 gramos. Se trata de una trufa de
gran valor dado que, por la falta de lluvias en el norte de Italia, el número y
la calidad de las trufas blancas ha descendido en esta temporada.
En el pabellón 14.1, olores, colores y sensaciones, maridados con las
mejores sonrisas, se encuentra el stand de Huesca, la Magia de la Gastronomía. Entre
sus delicias, ofrece una selección de zumos ecológicos de uva o de manzana de Biofrutal; mermeladas
Elasun, una variada selección de aceites de oliva virgen o la trenza de
Almudévar de la Pastelería Tolosana. Además, los restaurantes oscenses Las
Torres, Lillas Pastia y Callizo, de Aínsa, han ofrecido tapas elaboradas a partir
de la trufa oscense, acompañadas por vino de la DOP Somontano.
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