Aragón produce mucho maíz transgénico. |
El nuevo Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente (MAAMA) se estrena organizando unas jornadas sobre los cultivos
transgénicos junto con los principales grupos de presión del sector: la
Fundación Antama y la Embajada de EEUU en España. Para Amigos de la Tierra y
Greenpeace, actos como este demuestran la connivencia manifiesta de España con
los intereses de EEUU y sus multinacionales biotecnológicas, en un momento en
el que empresas como BASF asumen el fracaso de los cultivos transgénicos en
Europa.
La jornada Biotecnología y su Contribución a una Agricultura Sostenible está organizada por el
propio Ministerio, que la acoge en su sede, el Departamento de Agricultura de
EEUU y la autodenominada Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible, que
agrupa a toda la agroindustria, desde productores de fertilizantes al lobby
semillero. La jornada cuenta con el patrocinio de la Fundación Antama, una de
las agencias de presión y propaganda de las multinacionales de los transgénicos
en España.
«Antes
teníamos que esperar a las filtraciones de los cables de Wikileaks para
confirmar el papel servil que juega el Gobierno de España para introducir
cultivos transgénicos en la Unión Europea, a mayor beneficio de EEUU y sus
multinacionales. Este nuevo Gobierno ya no intenta ni disimular», ha declarado
Blanca González Ruibal de Amigos de la Tierra.
España es el único país de la Unión Europea que cultiva
transgénicos a gran escala, con cerca de 100.000 hectáreas de maíz
MON810 en 2011, según datos de la industria que el Ministerio da por buenos.
Por contra, las principales potencias agrarias europeas como Francia o Alemania
han prohibido los cultivos transgénicos en su territorio. Pese a tener más de la
mitad de la población española en contra y con sus impactos socioeconómicos en España más que
demostrados, el Gobierno anterior promovió los transgénicos siguiendo las
instrucciones de la Embajada estadounidense en España y la industria, como
aseguraban los cables publicados por Wikileaks.
«Se espera de un Gobierno que articule y fomente el
debate social sobre el modelo de agricultura y el uso de cultivos transgénicos.
Lo que no es tolerable es que tome partido a favor de los intereses de la
industria, haciéndole el juego a multinacionales como Monsanto», ha añadido
Luis Ferreirim de Greenpeace.
La semana pasada la multinacional química BASF
anunció que renunciaba a introducir transgénicos en el mercado europeo
por la fuerte oposición social. Deja también de comercializar su patata
transgénica Amflora, uno de los dos cultivos aprobado en la UE, que en las dos
temporadas de siembra que ha estado aprobada, ha supuesto uno de los mayores
fracasos de la industria. Hace pocos días, también Monsanto anunció su renuncia a vender semillas
transgénicas en Francia.
Amigos de la Tierra y Greenpeace lamentan que mientras en
el resto de Europa hay una apuesta clara por una agricultura libre de
transgénicos, y las multinacionales están en retirada, el Gobierno español
parece que quiere convertir a España en el refugio de la industria de los
transgénicos. La sociedad civil no le va a permitir al nuevo ministro que nos
mantenga como campo de experimentación de las multinacionales.
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