Precio cerrado

 [Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 4 de julio]

Pasados meses de la celebración del Certamen de restaurantes de Zaragoza, ya se puede afirmar que algo interesante del mismo ha quedado en la ciudad, más allá de los miles de menús vendidos a lo largo del pasado mes de marzo.

Pues son bastantes los restaurantes que han optado por continuar con dicha fórmula, un menú más o menos largo al precio cerrado de 25 euros. Muchos consumidores, la mayoría, que siguen sin ver esos brotes y continúan sufriendo la crisis, no han perdido, afortunadamente, el placer de salir a comer, o tapear, fuera de casa.

Otra cosa es que lo puedan hacer con la frecuencia que desearían. De hecho, en este mes de junio se ha experimentado un curioso fenómeno, prácticamente inédito en Zaragoza, las cenas despedidas de verano. Quizá sea una moda, o un sustituto tardano de las cenas colectivas navideñas, pero han sido muchos los restaurantes desbordados por las reservas en el pasado mes, algo totalmente inusual otros años.

Porque, lo dicho, el personal quiere salir a disfrutar de la vida. Probablemente harto de las cantinelas modelo «hemos vivido por encima de nuestra posibilidades», ha decidido recuperar esos pequeños placeres compartidos, entre los que la gastronomía alcanza uno de los primeros lugares. Mas, eso sí, sin sorpresas, que la situación sigue estando muy dura.

No volverán los tiempos en los que daban igual las sorpresas en la factura, aquellos «sí, hombre, sí, saque ese vino» o cuando las sugerencias cantadas por el camarero escondían, demasiadas veces, unos precios excesivos. Ni, por supuesto alegrías de tarjeta, a cargo personal o de empresa.

Hoy queremos salir, pero saber con cuanto menos volveremos en la cartera. Ese precio fijo, los 25 euros −50 por pareja− que se configuran en precio estándar para un menú de buen nivel. Y los hosteleros más avezados, los que preguntan e indagan, saben que allí está el futuro de su establecimiento. Y en ello se están aplicando, ajustando su oferta a las posibilidades de esa clientela que quiere seguir viviendo. Búsquelos, son el futuro.