Lolea, una sangria moderna y aragonesa |
El Parlamento Europeo aprobó con 609 votos a
favor las reformas para renovar las normas de etiquetado y protección de las
indicaciones geográficas de los vinos aromatizados, que solo podrá
comercializarse con el término de sangría,
si se produce dentro de la península Ibérica. La nueva norma no impide
que se produzca también en otros países de la UE, pero en ese caso la etiqueta
deberá señalar que se trata de una bebida
aromatizada a base de vino e indicar claramente cuál es el país de origen
del producto, algo que no es necesario si se ha elaborado en España o Portugal.
La
reforma introduce también un cambio en el grado mínimo de alcohol que se exige
a la sangría, que baja de 7 a 4.5 grados y protege el uso de la denominación
clarea −bebida realizada con los mismos ingredientes que la sangría pero con
vino de base blanco−, que queda únicamente circunscrita a España.
Los estados miembros tienen un plazo de un año para aplicar la nueva norma.
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