La IGP propone cuatro novedosos cortes
para promocionar su consumo
Medallones de cuello |
Filete de pierna |
Turnedó |
Mientras en los últimos cinco años el consumo de carne de
cordero se ha reducido a la mitad en España, en Aragón siguen creciendo las
ventas de Ternasco de Aragón. Cifras agridulces, aportadas por el cocinero
Javier Robles, responsable de innovación en el grupo Pastores, en la
presentación a los medios de los nuevos –algunos no tanto− cortes del Ternasco
de Aragón.
Tras una cata ciega, sin ningún dato previo, ni por lo tanto
prejuicios, los asistentes pudieron comprobar el excelente sabor y textura de
las cuatro piezas propuestas. Eran churrasquitos, medallones de cuello, el
turnedó y filete de pierna. Cortes procedentes de las partes menos demandadas
del ternasco, varias mucho más económicas, que tratan de compensar la
dispersión del mercado local, que se decanta por la paletilla y las costillas.
Sin embargo, en Francia, la pierna se valora al doble que la paletilla,
cuestión de gustos y costumbres.
Los churrasquitos no son más que la punta del costillar, en el
pecho –el popular tajo bajo−, previamente cortados y adobados, que admiten
numerosas preparaciones, desde el horno –a unos 200º C− hasta la brasa, con un
coste por kilo de entre 3 y 7 euros. Divertidos, resultan especialmente idóneos
para las barbacoas.
Con cuatro melosos medallones de cuello, unos 300 gramos, sale una
ración convencional, por unos 7 euros. Se trata de una pieza melosa –en algunos
lugares la hacían pasar por costilla rota−, conocida aunque no muy popular, que
admite desde la simple plancha hasta guisos más elaborados, como los estofados.
Más elaborado resulta el filete procedente de deshuesar la pierna.
Queda jugoso, siempre que no se haga demasiado, aunque su precio se puede ir
hasta los 18 euros. Eso sí admite empanados, rellenos, el cocinado como un
italiano saltimbocca y sirve perfectamente como colación campestre en frío.
Finalmente, el turnedó es un grueso medallón, procedente también
de la pierna deshuesada, que viene envuelto en su crepineta o redaño, ideal
para un breve paso por el fuego. También por unos18 euros el kilo.
FOTO. Gabi orte / chilindro.es |
Periodistas
en la cocina
Y los responsables del Ternasco de Aragón, entre los que se
encontraban Diego Franco, de Pastores, y el secretario del Consejo, Patricio
Pérez, retaron a los profesionales para que se atrevieran a cocinar cada una de
las piezas en las magníficas instalaciones del recién espacio La Zarola.
Y se atrevieron. Y se lo comieron sin mayores problemas, ayudados
por los maridajes propuestos por el sumiller Juan Carlos Benito, sumiller de
Care.
Así, Pilar Alquézar y François Crone, de Aki, se enfrentaron a los
churrasquitos, que elaboraron al horno, con una salsa agridulce y la compañía
de frutas. Con los filetes, Arturo Gastón –comunicación del TA− y Alexis Gracia
–Aragón Televisión−, elaboraron unos sanjacobos rebozados con panko y servidos
sobre rodajas de naranja. La pareja Gabi Orte –fotógrafo de Gastro Aragón− y
José Luis Solanilla –Heraldo de Aragón− se decantaron por guisar los medallones
de cuello como si de un estofado de rabo se tratara; eso sí, con orejones y
anchoas en la salsa, para compensar. Finalmente Eduardo Bueso –La Buena Mesa− y
el firmante, José Miguel Martínez Urtasun, se limitaron a pasar los turnedós
por la plancha, con varias guarniciones: borrajas estofadas con salsa de soja,
una clásica salsa de queso y un puré alegrado con un poco de wasabi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario