Bodega
Pirineos y la Cooperativa Comarcal de Somontano homenajearon ayer a uno de los
distribuidores de vino más antiguos de esta bodega y de la provincia de Huesca.
El grausino Enrique Fortuño Turmo celebró su jubilación en compañía de su mujer
Gloria Solanilla y familiares con una cena homenaje servida por Javier Turmo,
prestigioso cocinero del Restaurante El Pesebre de Benasque, en Bodega Pirineos.
Enrique
Fortuño comenzó en los años 70 a distribuir por la Ribagorza, y más allá, los
primeros somontanos a granel de la mano de la Cooperativa Comarcal de Somontano
y vivió todos los cambios que desde entonces atravesaron las diferentes etapas,
tanto de la evolución de los vinos como de la propia cooperativa y
posteriormente Bodega Pirineos.
El
acto, al que acudieron familiares y autoridades de la Cooperativa y de Bodega
Pirineos, se vivió con muchas anécdotas propias de los más de 40 años vinculado
a esta bodega. Quedó claro que con su trabajo, sus ganas y su buen hacer
Fortuño es parte de la historia de los inicios de Somontano y de Bodega
Pirineos.
Una
placa conmemorativa, una barrica llena de uno de los vinos más ilustres de
Bodega Pirineos, el reserva Señorío de Lazan y el recuerdo de que siempre
tendrá una familia en Bodega Pirineos emocionaron a Enrique Fortuño que
agradeció de corazón el detalle.
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