[Artículo publicado por
el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 10 de mayo]
Ayer concluyó en Ciudad Real,
Fenavin, la Feria nacional del vino, que en tan solo siete ediciones —nació en
2001 y se celebra bienalmente— se ha convertido en una referencia en el mundo
del vino español. Y también del nuestro, pues casi cuarenta bodegas aragonesas
han contado con estand, además de una nutrida presencia en las actividades
paralelas. Como la asamblea de la Federación española de profesionales de sala,
presidida por Carlos Orgaz, o la de los sumilleres españoles, también con
aragoneses en su directiva.
Bastaba ver los rostros de
satisfacción de los bodegueros, en estos tiempos de pocas ventas, para
adelantar que esta edición ha sido un nuevo éxito. La amplia presencia de
compradores extranjeros y nacionales, los contactos previos, consiguen que la
presencia en la feria, los desplazamientos hasta allí, las horas invertidas,
logren su sentido: impulsar los negocios en estos duros tiempos, mirando hacia
la exportación, una de las escasas vías de futuro que parece quedar.
Y no parece haber otro secreto
que programar el trabajo, pensar en los intereses de los expositores, que son
quienes alquilan los espacios, y dotar de contenido promocional y cultural, lo
que se conoce como marketing
indirecto, al mundo del vino, gracias a rostros conocidos, desde periodistas a
deportistas.
Y todo ello en unas
instalaciones, medianamente adecuadas, pero muy lejos, por ejemplo, de las que aquí
contamos, y en una ciudad desbordada por los visitantes, que se han tenido que
alojar por toda la provincia.
Mientras tanto aquí, la
experiencia en ferias agroalimentarias directas, no las técnicas o
hiperespecializadas, no termina de arrancar. Quizá porque en la mayoría de
intentos fallidos primaron otros intereses antes que los profesionales,
mayormente políticos y clientelares. Pero el valle del Ebro, y su capital,
Zaragoza, se merece repensar, rediseñar y vivir una feria de este estilo, de
tamaño medio y altamente profesionalizada.
¿Lo conseguiremos algún día?
No hay comentarios:
Publicar un comentario