Alberto Abadía ha sido el ganador II Concurso Provincial de
Jóvenes Cocineros Huesca La Magia de la Gastronomía, gracias a «una apuesta por
el equilibrio entre la técnica y la cocina tradicional, con la elaboración de
un plato con el esturión como protagonista», como destacó Fernando Blasco, gerente
de TuHuesca.
Esta segunda edición ha sido organizada nuevamente por TuHuesca,
contando con la colaboración de la Asociación de cocineros de Aragón y la Escuela
de Hostelería de san Lorenzo, en cuyas instalaciones se desarrolló la fase
final, abierta al público y retransmitida en directo, vía streaming, a través
de la web Huesca la magia.
Participaron diez cocineros, vinculados con la provincia de
Huesca, de entre 18 y 35 años de edad, que debieron crear un plato basado en
productos de la provincia, pues en el proyecto auspiciado por TuHuesca, también
se integra la Asociación Huesca Alimentaria.
Contaban con 90 minutos para elaborarlo totalmente y su trabajo
fue juzgado por dos jurados, uno profesional en la cocina, compuesto por los
profesionales Ángel Guerrero, Domingo Mancho, Luis Gutiérrez y Andrés Cantos; y
otro degustador, con el cocinero José María Turmo y los periodistas Luis
Laiglesia, Javier García Antón y José Miguel Martínez Urtasun, que coincidieron
mayoritariamente en sus apreciaciones.
Alto
nivel
De entrada, hay que destacar el alto nivel de los diez
participantes, por lo que justo resulta citarlos a todos.
El ganador, Alberto
Abadía, que elaboró un Esturión en dos texturas, podrá participar, además en el
Concurso de Cocineros de Aragón.
En segundo lugar quedó Daniel Lostao, con un
tecnológico Ajoblanco,
completando la terna, Oscar Viñuales, que se decantó por
una Trucha a baja temperatura.
Junto a ellos compitieron en buena lid Rubén Ríos, Rubén Pertusa,
Daniel Sarasa, José Antonio Lallana, Toño Rodríguez, Franchesko Vera y Alberto
José Sánchez.
Todos ellos con una cocina basada en los productos de la tierra,
aunque no ajenos a las nuevas tecnologías ni tampoco a corrientes foráneas,
especialmente las asiáticas. Otro asunto es que los nervios traicionaran a
alguno de los participantes, bien a la hora de la elaboración de sus recetas, o
defendiéndolas ante el jurado degustador.
También resulta reseñable las opciones elegidas por los jóvenes
cocineros, pues apenas se presentaron platos protagonizados por carne, mientras
que hubo varios pescados, entre ellos dos de los premiados, y dos de arroz,
Brazal concretamente, inusuales en los concursos por la dificultad que implica
su elaboración exacta y la valoración del justo punto de cocción.
Pues, en estos tiempos mediáticos, los cocineros debían defender
su trabajo, respondiendo a las preguntas de quienes iban a degustarlos.
Con estas jóvenes generaciones, integradas asimismo en el equipo
de cocineros Huesca La Magia de la Gastronomía parece asegurado el relevo
generacional en las cocinas oscenses, dando ejemplo de unidad a la hora de
trabajar.
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