[Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 28 de noviembre]
FOTO. Gabi Orte / chilindron.es |
Tatau Bistró, en poco más de dos años de
vida, ha conseguido una estrella de la guía Michelin
Quienes
asocien las estrellas de la guía roja al lujo y al glamur nada tienen que hacer
aquí. Quienes piensen que reconocen la gastronomía excelente, ya deben ir
reservando su mesa para acercarse a Tatau bistro, uno de los primeros bares
españoles en conseguir este reconocimiento y tercera estrella oscense, que se
convierte en la ciudad española con más densidad de distinciones.
Tatau no
responde exactamente a la definición de bistro –«restaurante francés modesto»−,
pero sí a la que ellos aportan en su página web: «es rock & roll, es pícaro
como las Pin Up de los años 50 , una experiencia que marca, como los tatuajes
que antaño dejaron huella en la piel de los marineros en cada puerto. Es el bar
de tapas al que nos gustaría ir como clientes. Es cocina elaborada con cariño y
en formato tapa. Es el mimo por el detalle, una caña bien tirada, un café de
calidad, vinos buenos de aquí y de allá».
Efectivamente.
Es un bar de tapas, totalmente actualizado para este siglo, donde ves en el
diminuto comedor –para el que la reserva ya es imprescindible− a gente
encorbatada, abuelos del barrio en la barra con su caña, y todo tipo de
personal en los cómodos taburetes situados enfrente de la barra.
Pero ya el
trajín en la diminuta cocina, donde se aprietan tres o cuatro cocineros, o los
vinos y tapas mostrados en la pizarra, incluso la propia vajilla indican que
nos encontramos ante algo más que un simple bar. Lo que se corrobora al
contemplar la carta, en la que se puede leer «El orden de pase de los platos se
realizará según nos lo permita el servicio. Las tapas y platitos se elaboran en
el momento y requieren un tiempo de preparación». Una cocina definida como fatalana por un buen conocedor de la
casa, y espía ocasional, al fusionar lo oscense, en productos y algunos guiños,
con la cocina clásica catalana.
Efectivamente
es un bar con unas mesitas, que practica una alta, muy alta cocina. Las bases,
las salsas, la reflexión previa ante cada propuesta, la calidad del género y su
excepcionalidad –la próxima semana tendrán probablemente espardeñas, por
ejemplo, y ésta, gambas rojas de Palamós−, los puntos de cocción, son los de un
avezado y moderno restaurante.
La oferta se
explicita en tres apartados: Platitos fríos y tapas tradicionales, Platitos
calientes y Postres, que explican perfectamente, así como los vinos, al tomar
la comanda. Son poco más de veinte propuestas, bastantes de las cuales cambian
cada semana, que ofrecen una amplia variedad de productos, técnicas y precios.
Así, desde las populares Bravas, a 2,50 euros, perfectamente elaboradas, con
salsa arriba y abajo, para que no se acabe, a un impecable medio Pichón de
Brese, por 12 euros. Una divertida y clásica ensaladilla rusa; inolvidables
sardinas en escabeche de verduras, evocadoras de recuerdos familiares; atípico
el steak tartar, que llega montado, con el pepinillo de otra manera, perfecto
en su textura y sabor; elaboran su propio foie micuit, bordan los riñones con
setas, logran un cochinillo impecable… Y también juegan, como en los postres,
donde un donuts, sí un donuts, se convierte en un divertido y sabroso final,
contrapunto de una desestructurada crema catalana.
Cocina pues,
mucha y muy buena. Ambiente distendido, para divertirse. Seleccionada oferta de
vinos, con atención a los locales y los foráneos. Y un precio medio que no
asusta a nadie, sobre 20 euros, incluida la bebida. Imprescindible.
Tatau
Bistro
San Lorenzo, 4. Huesca. 974 042 078. www.tatau.es.
tatau@tatau.es. Cierra los domingos y
lunes. Horario de cocina: De 13 a 16 y de 20 a 23. Vacaciones: del 21 al 28 de
diciembre y 15 días tras las fiestas de san Lorenzo. Admite tarjetas. Buen
acceso a discapacitados. No tiene menús. Precio medio: 20 euros. Aparcamiento
público cercano.