[Artículo publicado por el director de
GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 15 de agosto]
FOTO. Gabi Orte / Chilindrón.es |
La Sidrería Beguiris, escondido
enclave vascongado
en pleno barrio de Santa Isabel
Son
muchos los restaurantes que, de acuerdo con su decoración y oferta
gastronómica, son capaces de ubicarnos en un espacio concreto o, por el
contrario, desplazarnos de forma virtual hasta otro lugar. No puede existir un
chiringuito sin la playa al lado; determinados mesones nos ubicarán en Castilla
merced al aroma de sus lechazos; o las pequeñas mesas abarrotadas y ruidosas,
con manteles de cuadros, serán capaces de acercarnos a Roma, aunque la pasta no
esté en su punto de cocción.
Una
de esas experiencias es la que se puede lograr en el zaragozano barrio de Santa
Isabel. Si uno abre los ojos, una vez en su interior, a duras penas descubrirá
donde se encuentra. La decoración del local, presidido por dos enormes cupelas
repletas de sidra, la terraza exterior, en la que se agolpan mesas –corridas,
como en el norte− y todavía más sidra, la ausencia de otros referentes y
especialmente el ritual del ‘txotx’ desorientarán al neófito.
David Royo escanciando sidra en su establecimiento.FOTO. Gabi Orte / Chilindrón.es |
Cuando,
de repente, David Royo –copropietario del local, junto con su esposa Eva
Romanos, en la cocina– da un fuerte golpetazo y grita ‘txotx’, los comensales
abandonan sus banquetas y se dirigen hacia David con los vasos en la mano. Este
servirá sidra de uno o varios de los sietes depósitos diferentes, siendo
seguido por los comensales. Solo con ello ya se disfruta de la experiencia.
Pues
este proyecto ya veterano, desenfadado y simpático, ya ha trascendido el barrio
que les vio nacer. Y es, literalmente, un remedo de una típica sidrería vasca. Mesas
corridas para compartir, sidra sin límite, servida también en botella –aunque
para los irredentos haya vino y cerveza−, gracias al curioso dispensador
patentado por la casa, que también ejerce de tarjeta.
Y
en consonancia con la tradición, una cocina basada en el producto, con la justa
y mínima elaboración para realzar sus sabores. Como sus magníficas croquetas de
chuletón, espárragos de Navarra, frescos en temporada y ahora de una buena
marca garbanzos con bacalao, txistorra, alubias de Tolosa con sus sacramentos,
patatas asadas, revuelto de morcilla, tortilla de bacalao, atún a la brasa,
chuletón a la brasa –que es de verdad, lo que se nota en el sabor–, queso con
nueces y membrillo, etc. Una oferta para abandonarse a la gula, ya que las
raciones son muy generosas, cuyo precio medio no tiene por qué superar los 25
euros.
Además
de la carta, la casa ofrece un buen número de menús a precio cerrado, que
abracan desde el diario, por 16 euros, hasta el más largo, de degustación, por
32. Y grandes ideas, como la posibilidad de contratar transporte, café y copa
para llegar al centro de Zaragoza tras la cena. Además, cuenta con una buena
terraza –ideal para soltar a los niños–, y reservados para grupos, siendo
posible llevarse la propia comida y elaborarla allí mismo, en una de sus
brasas.
Para
descubrirlo y disfrutarlo. Eso sí, desde el próximo jueves, que es cuando
acaban sus vacaciones, aunque ya el miércoles sacarán a las calles de Santa
Isabel su cupela móvil para servir su sidra en las fiestas patronales del
barrio.
Sidrería Begiris. Inocencio Ruiz Lasala,
52. Santa Isabel. Zaragoza. 691 660 055. www.sidreriabegiris.com. De lunes a
domingo de 13 a 17 horas; Viernes y sábado, también de 20 a 24 horas. Cierran
noches de domingo a jueves. Vacaciones:
del 4 al 20 de agosto. Admiten tarjetas y reservas.
Menú
del día: 9,50 euros, de lunes a viernes, mediodía: bebida incluida. Todos los
días: 16 euros, bebida incluida. Menú sidrería: 29, euros, bebida incluida.
Menú degustación: 32 euros, bebida incluida. Precio medio carta: 25 euros. Dos
reservados –txokos− para 20 y 30 personas. Jardín con terraza, con capacidad
para 30 personas.
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