El vino en el mundo clásico llegó a constituir un símbolo, era sinónimo de alegría de vivir y se usaba en el culto a los dioses

Ya en el mundo clásico el vino era un elemento imprescindible en la cultura occidental. Época que recordarán en FENAVIN 2013, que tendrá lugar del 7 al 9 de mayo en Ciudad Real, los poetas y eruditos Luis Antonio de Villena y Jaime Siles. Para el primero, “el vino en el mundo clásico era sinónimo de alegría de vivir, aunque también se usara en cultos de dioses como Dionisos”, a lo que Siles agrega, “en la Antigüedad Clásica el vino llegó a constituir un signo y un símbolo”. La mesa redonda, denominada ‘Vino y mundo clásico’ se desarrollará el día 8 de mayo a las 17,30 horas en el aula Empresas del pabellón ferial de Ciudad Real.

En dicha actividad, comenta Luis Antonio de Villena, se contará cómo el vino ha formado parte vital de la cultura mediterránea y muy especialmente de griegos y romanos. Y a través de importantes autores como Homero o Eurípides. En este sentido, Jaime Siles también se refirió al poeta latino Horacio, con sus odas al amor, la paz, la amistad, el vino… y al griego arcaico Alceo. Explica que en el sistema referencial de la Antigüedad Clásica el vino se asocia al ‘locus amoenus’, al amor y al erotismo, “pero también tiene sus normas que Horacio recuerda muy bien, aconsejando no sobrepasarlas”.

Pero además de autores, Luis Antonio de Villena recuerda que también hay costumbres y mitos sobre el vino. Ganímedes, añade, fue el copero de los dioses y Anacreonte, “gran poeta arcaico que se convirtió en el tópico exaltador del vino; las ‘anacreónticas’ no eran suyas pero crearon una tradición de poesía que celebra el amor y el vino que se extendió por siglos”, expone De Villena.

FENAVIN, eficiente labor

Luis Antonio de Villena participará en FENAVIN por tercera vez, una Feria a su juicio modélica, por la calidad, el trato y el buen gusto que la presiden, “es un referente y que además deje entrar a la cultura en el comercio, es un logro”.

Por su parte, Jaime Siles, que asistirá por segunda vez, considera que la labor de FENAVIN es muy eficiente, “es una excelente oportunidad para ver la cantidad de vinos que hay en España, sus diferencias, las riquezas de matices y el enorme número de países que se interesan por nuestra producción y el gran volumen de negocio que en torno al vino se mueve”. Recuerda por último que pese a la grave crisis económica, el vino es uno de los productos que más y mejor se exportan en España, que gozan de prestigio universal y que contribuyen a mejorar nuestra balanza de pagos.