Las DOP de Calatayud, Borja, Somontano y Cariñena ajustan
su normativa a la europea, de forma que las bodegas pasan a realizar el
autocontrol de sus propios vinos, mientras que las consejos reguladores sólo
supervisarán, auditarán y certificarán lo establecido por los productores. Se trata
de un nuevo mecanismo exigido por la Unión Europea.
No obstante, esta modificación mantiene las competencias
de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) que una vez al año acude a las DOP
para comprobar que todos los requisitos de la normativa se cumplen tanto por
los viticultores como las bodegas y el propio consejo regulador. La modificación
de la normativa específica recoge los requisitos técnicos, las características
organolépticas, las prácticas enológicas que están autorizadas, la elaboración
de los distintos tipos de vino, la delimitación de la zona geográfica, las
variedades de uva y los rendimientos autorizados.
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