FOTO: ALFREDO BERNUÉS |
Investigadores del CITA, Centro de Investigación y Tecnología
Agroalimentaria de Aragón, en colaboración con la Universidad de Wageningen
(Países Bajos) y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida - UMB, han
calculado las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de la cadena
de producción de la carne de cordero en distintos sistemas de explotación
característicos de la cuenca mediterránea.
Esta investigación es pionera por considerar la multifuncionalidad de
determinados sistemas ganaderos en los análisis de emisiones de gases de efecto
invernadero. En especial, de los sistemas de producción ganadera basados en el
pastoreo, ya que suelen estar estrechamente vinculados con áreas de alto valor
natural y con zonas rurales desfavorecidas. Desde un punto de vista social,
científico y legislativo, se ha reconocido que estos sistemas, además de producir
carne, ofrecen otras funciones a la sociedad, como la preservación del paisaje,
la conservación y mejora de la biodiversidad o la prevención de incendios
forestales. Estos bienes públicos, a los que se ha denominado genéricamente
servicios de los ecosistemas, no suelen ser considerados cuando se realizan
análisis de impacto ambiental en el sector agrario.
Con estas premisas el estudio revela que cuando solo se computa la
producción de carne de cordero, las emisiones de gases de efecto invernadero por
kilogramo de cordero descienden de acuerdo al nivel de intensificación. Sin
embargo, cuando se incluyen los servicios de los ecosistemas en los cálculos,
las menores emisiones corresponden a los sistemas ganaderos basados en el
pastoreo. Los resultados del trabajo sugieren la necesidad de revisar las
metodologías actuales para la evaluación de la huella de carbono de los
productos ganaderos, así como de reconocer y valorar las múltiples funciones
que la ganadería desempeña en las zonas rurales de los países mediterráneos.
Los investigadores de la Unidad de Producción Animal del CITA han estudiado tres sistemas de explotación
localizados en agro-ecosistemas representativos como montaña alpina, montaña
mediterránea y valle del Ebro, con diferentes niveles de intensificación
productiva: un sistema extensivo basado en el pastoreo, un sistema mixto
tradicional que combina la producción ovina con el cultivo de cereal y un
sistema intensivo de estabulación permanente.
La evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero [metano
(CH4), óxido nitroso (N2O) y dióxido de carbono (CO2)] se ha desarrollado
mediante el método del Análisis del Ciclo de Vida (ACV). El ACV permite estimar
el impacto ambiental de un producto desde la extracción de las materias primas
hasta la obtención del mismo, incluyendo las fases de producción y distribución
e incluso su utilización y eliminación o reutilización. El cálculo de las
emisiones se realizó mediante la adaptación y aplicación de un modelo
desarrollado por la FAO en el año 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario