[Artículo publicado en
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 6 de
febrero]
Mantiene las
actuaciones de fin de semana,
pero cambia radicalmente sus propuestas
Aunque mantenga los espectáculos en las noches de viernes y
sábados, el Café Meccano ha cambiado radicalmente. Y no solamente porque en la
mayoría de las horas se disponga de más luz, sino porque ha devenido de gastro-bar
en gastro-brasa; asunto nasa baladí, por otra parte. Y de acuerdo con la
filosofía de los restaurantes que regentan los Ayora, padre e hijo –Los
Cabezudos, Trangantúa, El Tinglao− prima el producto, el buen producto, ante
otras consideraciones.
Así, han instalado una moderna brasa, que les permite
realzar los sabores de la materia prima. Como verduras de temporada, con tres
salsas aparte, tartara, alioli y romesco, a las que se van incorporando
alcachofas, borrajas, setas, etc., además de los ya habituales Champiñones con
Jabugo o Espárragos trigueros con jamón de Jabugo y yema de huevo de corral.
De la parte marítima, mejillones, sepia, chipirones o un
excelente Brazo de pulpo gallego a la brasa con patatitas, reservando el
marisco para los establecimientos hermanos, que son sus especialistas. Lo que
no quita para que haya, siempre a la brasa, Rodaballo del Cantábrico,
Rape-sapito gallego o Cocochas de bacalao.
Respecto a las carnes, las habituales morcillas, longaniza, chorizo de Graus y Costillas de
lechal, carnes rojas de Tolosa −solomillo, entrecot y chuletón− o del cerdo de
bellota de Guijuelo, carrillera, secreto y pluma. Hasta ofrecen postres a la
brasa, como unas magníficas Fresas al cava con helado de yogur.
Y si alguien se cansa de tanta brasa, dispone de otras
opciones, desde el Tartar de atún rojo a un Sashimi de salmón y atún, pasando por
los Huevos de Charly –ya clásicos de la casa− o unos Fagotti de pera con salsa
de queso.
Apuesta por el menú
No obstante, la casa apuesta por dos menús que se sirven
todos los días. El de brasa, por 21 euros al mediodía, de lunes a viernes, y
mesas completas, ofrece aperitivo, tantos entrantes como comensales –tomate,
yemas de espárragos, piquillos a la brasa, excepcionales, verduras, etc.−, o bien
a elegir entre un plato semanal de arroz, pasta, verdura y legumbre, y un
segundo a elegir, a partir de las brasas de la carta. Postre y vino completan
el menú, que sugiere para terminar un orujo, por un euro, o un gin-tonic, por
cuatro.
El otro menú, el del chuletón, más completo, mantiene la
misma estructura con los entrantes del primero, pero segundos más contundentes,
como el Chuletón de buey de Tolosa, solomillo, entrecot, pescado, etc.
Finalmente, un menú degustación para grupos, por 29 euros.
Otro cambio radical reside en la carta de vinos, que ha
optado por vinos poco conocidos, en los que prima la variedad antes que el
origen. Entre blancos, rosados, tintos, cavas y champagnes, suman nada menos
que cuarenta variedades de uva, desde nuestra garnacha hasta la chilena
carmenere, pasando por zinfandel malbec, chardonnay, etc. Servidos con
eficacia, ya que se han incorporado a la sala el sumiller navarro, además de
especialista en brasa, Paco Modrego, y también Jhencely Hernández.
Una propuesta que completa la oferta de esta zona emergente,
hasta ahora carente de una brasería de este estilo.
Heroísmo, 13. Zaragoza. 976
395 422.. De 13 a 15 y de 21 a 23 horas. Cierra los domingos tarde y lunes.
Menú brasa; 21 euros, al mediodía, de lunes a viernes; 24 euros, noche y fin de
semana. Menú chuletón: 30 euros. Precio medio a la carta: 30 euros. Admite
tarjetas y reservas. Dispone de reservado.
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