[Artículo publicado por
el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del sábado, 11 de agosto]
Hasta hace bien poco, el concepto
cerveza artesana era prácticamente desconocido. Pocos las elaboraban en España
y, menos, las consumían. Sin embargo, tal como está sucediendo en otros ámbitos
de la agroalimentación, el fenómeno está apareciendo con fuerza en nuestro
país. Incluso en Aragón, donde ya contamos con tres de estas diferentes
bebidas, Ibón, Gisberca y Populus, elaboradas en Biescas y Binéfar. Y más que
están a punto de salir.
¿Qué se entiende por cervezas
artesanas? Las elaboradas en microcerveceras que, independientemente de su
variado estilo, vienen sin filtrar ni pasteurizar, y experimentan una segunda
fermentación en la botella. Conservan más nutrientes y ofrecen una mayor gama
de sabores que las industriales.
¿Mejores, peores? Diferentes,
simplemente. Hay espacio para todos y pueden coexistir ambos modelos, de la
misma forma que existen vinos a pequeña escala y macrobodegas que elaboran
millones de litros. O las producciones industriales junto con las artesanas.
Usted elige el momento y el modo de consumo.
Lo significativo de este auge es,
por un lado, el crecimiento de la cultura cervecera, que apenas pasaba de
refresco en nuestro país. Y del otro, también importante, la consolidación de
un modelo artesano, prácticamente de autoempleo, que puede ser una vía laboral
para quien opte, sensatamente, por convertirse en cervecero. Y quizá por ahí pueda
haber también faena para agricultores —la cebada cervecera suele estar bien
pagada—, incluso para quienes se atrevan a cultivar el escaso lúpulo,
imprescindible en esta refrescante bebida.
De ahí que los próximos días 24 y
25 de agosto el zaragozano Centro de Historias acoge Birragoza, el primer festival de cerveza artesana que se celebra en
nuestra comunidad. Donde estarán las tres aragonesas y otras españolas y
europeas hasta completar la quincena de cerveceros.
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