sábado, 18 de junio de 2016

La OMS vuelve a la carga

 [Artículo publicado por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 17 de junio]

Tiempo llevábamos sin que la Organización Mundial de la Salud nos diera alguno de sus sustos habituales. Por supuesto, con el «puede» por delante. En esta ocasión, ha sido la Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer, IARC, que nos alerta ante el hecho de ingerir bebidas muy calientes. 

Una vez más han revisado más de mil estudios científicos tras lo que la agencia sostiene que «estos resultados sugieren que ingerir bebidas muy calientes ‘puede’ [sic] ser una causa de cáncer de esófago y es la temperatura, más que la bebida en sí, la que parece ser responsable».

Y cifran la temperatura en más de 65 º C. Ya sabíamos, por experiencia, que tomar café recién salido de la cafetera, es decir a 100 º más o menos, no solo quema, sino que escalda la lengua, problema a corto plazo más importante que el cáncer, lo aseguro.

Al parecer, el cáncer de esófago, el octavo tumor más común, causa unas 400 000 defunciones al año –probablemente menos que las guerras, la desnutrición y el hambre, pero esa no es la función de los probos trabajadores del IARC− y es especialmente notable en China, Irán, Turquía y Sudamérica, donde se consume té y mate muy caliente.

Otros expertos sostienen que, una vez más, el IARC y la OMS se han pasado de frenada y que este tipo de estudios solamente deberían llegar a los expertos. Probablemente. Pero los medios estamos ansiosos por llenar nuestros espacios con noticias que no sean, aquí, las elecciones o la crisis. Y nos lo ponen a huevos.

Desconfíen, pues, no por la falta de veracidad de los estudios, que serios serán, sino porque la salud, en general, no depende de la ingesta de unos u otros alimentos –de hecho, ninguna dieta funciona−, mucho más que de llevar una vida sana, y valga la redundancia.

Comer de todo, variado pero poquito; hacer ejercicio y no abusar del alcohol ni del tabaco; dormir lo suficiente, no estresarse, etc. Ya lo sabemos. Eso sí, en Francia, ya no nos insultarán cuando pidamos un café con hielo, que es lo que apetece en esta época.

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