Con
motivo del Día Mundial Contra la Homofobia que se celebra este 17 de mayo,
desde Reservasgays.com, primera central de reservas del colectivo LGBT,
proponemos una ruta turística negra
que, bajo ningún concepto, recomendamos realizar a nuestros viajeros y
viajeras. En este trayecto, marcaremos aquellos puntos geográficos donde la
homofobia está más arraigada, y donde lamentablemente, homosexuales y transexuales
no pueden mostrar sus sentimientos libremente.
Desde ReservasGays.com
no recomendamos ninguno de estos destinos, forman parte de la principal lista
negra turística del portal. No sólo no recomendamos a gays, lesbianas,
bisexuales y transexuales no viajar a estos lugares, sino que hacemos extensiva
esta recomendación a heterosexuales solidarios con la causa de la protección del
derecho básico de las personas a no ser discriminadas por razones de
orientación sexual o identidad de género.
Afganistán: Arrancamos la ruta por uno de los países más
homófobos del mundo. En este país, donde las leyes sobre la homosexualidad no
están claras, las relaciones gays son castigadas con la muerte por lapidación.
Nos sorprende mucho que en blogs como gayafghanistan.com, su autor, un
periodista extranjero en Kabul, recomiende visitar el país: “Recomiendo
Afganistán como un destino que los hombres gays deben pensar en
visitar. Un viaje a Afganistán le dará
un giro real en la definición de viajes para gays”.
Irán: Un
destino que se ha ganado bien a pulso estar en esta lista negra es Irán. Su
Presidente, el siempre polémico en sus declaraciones Mahmud Ahmadineyad, vertió
la gota que colmó el vaso en aquella famosa conferencia en Estados Unidos,
donde preguntado sobre la situación de la homosexualidad en su país, contestó que
"nosotros no tenemos homosexuales, no tenemos ese fenómeno", lo que
provocó las risas generalizadas del auditorio. Con semejante perla, es
paradójico que en Teherán, desde hace unos años, el gobierno iraní realice persecuciones
conocidas como las "redadas del terror", donde la policía busca junto
con la cooperación ciudadana, "limpiar las calles y ciudades de seres
malvados y criminales", entre los que buscan a violadores, homosexuales, adúlteros
entre otros.
Pakistán: En Pakistán las relaciones homosexuales también
están perseguidas y castigadas con la muerte. En los aspectos coloniales de la
ley, desde 1860, la homosexualidad era un delito punible con una pena de dos a
diez años de prisión. Más tarde, cuando las leyes islámicas fueron introducidas
en el sistema, las modificaciones incluyen formas primitivas de castigos como
la flagelación de hasta 100 latigazos y la muerte por lapidación.
Arabia Saudí: También en Arabia Saudí ser gay es un crimen.
Aunque en el código penal no esté escrito formalmente, las penas se basan en
las opiniones de jueces y clérigos. La pena contra personas convictas por homosexualidad
varía desde castigos como la cárcel, multas, palizas o, para un extranjero, la
expulsión, hasta castigos más serios como por ejemplo ser enviado a una
institución mental para tratamiento, amputación forzada o ejecución pública.
Los extranjeros no deben suponer que sus nacionalidades les garantizan inmunidad
ante las leyes locales. Existe además una férrea censura en todos los ámbitos
en lo que se refiere a contenidos LGBT.
Emiratos Árabes Unidos: Las relaciones sexuales efectuadas fuera del
tradicional matrimonio heterosexual son ilegales y sus castigos van desde penas
de cárcel, multas, deportación en caso de ser inmigrante, y también se considera
la pena de muerte. Dubai, uno de los nuevos destinos turísticos más potentes
del mundo, está vetado por ReservasGays.com. En este Emirato, la policía llevó
a cabo en 2005 una redada en una fiesta privada, donde arrestó a más de una
decena de hombres “por el delito de homosexualidad y travestismo”.
Inicialmente, un trabajador del Ministerio del Interior le dijo a la prensa que
la gente convicta por sodomía debería ser puestas bajo tratamientos hormonales
para llegar a una posible "cura", aunque el gobierno de Dubai negó
rápidamente el comunicado, y agregó que esos tratamientos podrían ser tomados
como una opción para la corte de reducir las sentencias de prisión para los
hombres encarcelados.
Yemen: Continuamos esta lista negra turística en la Península
Arábiga. La homosexualidad es ilegal en Yemen, de acuerdo con el sistema legal
del país basado en la Sharia. El castigo va desde la flagelación hasta la
muerte. Como en Arabia, los contenidos LGBT están censurados, y la postura
oficial es que no hay gays en Yemen, aunque paradójicamente la ley yemení
estipula castigos severos para los actos homosexuales.
Somalia: Al otro
lado del Mar Rojo, en Somalia, las cosas no son muy distintas. Somalia también
penaliza las relaciones homosexuales, en algunas zonas están castigadas con la
muerte, y en otras con prisión. En 2007 apareció una web, somaligaycomunity.com,
un auténtico signo de lucha contra el sistema social y político imperante en el
país. Al poco tiempo comenzó a sufrir insultos y amenazas, según el portal
Ambiente G, y no mucho después fue clausurada.
Sudán y Sudán del Sur: Pasamos la frontera a Sudán. Tanto en Sudán, como
en el país recientemente independizado Sudán del Sur, las personas LGBT sufren
una fuerte discriminación, que podríamos hacer extensiva a prácticamente todo
el continente africano (con algunas excepciones como las capitales
sudafricanas), pero que aquí se agrava por la dureza de las penas que sufren
gays y lesbianas, desde cientos de latigazos a la lapidación. No obstante,
algunos sociólogos aseguran que lejos de las ciudades existen relaciones
homosexuales “generalizadas” en algunas tribus.
Nigeria:
En este país atlántico, la homosexualidad se castiga con latigazos para hombres
solteros, y con prisión o la pena de muerte para casados. La condena es de
cinco años de cárcel para cualquier persona envuelta públicamente en una
organización que apoye los derechos LGBT. Además, en esta ley también está
incluida la propuesta de que se prohíba cualquier tipo de relación, incluida de
amistad o comercial, con una persona homosexual. El intento de esta ley es
eliminar cualquier cosa remotamente asociada a la homosexualidad.
Mauritania:
Cerramos la ruta de países que penalizan con la muerte a gays y lesbianas. La
homosexualidad está duramente penada en este país musulmán y es castigada con
la lapidación, aunque algunas fuentes aseguran que no se ha producido ninguna
ejecución por estas prácticas en los últimos 15 años.
Ciudad del Vaticano: Finalizamos en Europa nuestra ruta de la homofobia.
Aunque podría ser considerado como el “país más gay del mundo” por su elevado
índice de masculinidad (cantidad de hombres por cada mujer) que suponemos que
hay en apenas medio kilómetro cuadrado (Ciudad del Vaticano no revela cuántos
hombres y mujeres hay en el país), la verdad es que es uno de los Estados más
homófobos del mundo. Ni siquiera firmó la Declaración sobre orientación sexual
e identidad de género de las Naciones Unidas en 2008, que fue apoyado por 66
países de todos los continentes, y que condena la violencia, el acoso, la discriminación,
la exclusión, la estigmatización y el prejuicio basado en la orientación sexual
y la identidad de género, y que también condena los asesinatos y ejecuciones,
las torturas, los arrestos arbitrarios y la privación de derechos económicos,
sociales y culturales por estos motivos.
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