[Artículo publicado
por el director de GASTRO ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 29 de mayo]
Una vez más, todos afirman que han ganado las elecciones −bueno, todos, no; esta vez UPyD no ha encontrado ninguna excusa para que Rosa salga airosa−, pero, dado que se convocan para gobernar, lo cierto es que no sabemos quién ha ganado de verdad. Todavía, hasta que no haya gobiernos.
Por lo que se aprecia en los medios de comunicación, parece que serán las diversas izquierdas, solas o en compañía, quienes dirijan nuestros destinos en los próximos cuatro años, al menos en la medida en que Madrid, Bruselas y futuro el tratado comercial con Estados Unidos les dejen.
Y dado que están negociando sobre programas y no sobre sillones, desde aquí les lanzamos algunas propuestas que, más o menos, aparecen en sus programas y declaraciones. Por si no se ponen de acuerdo en los grandes temas.
Ya que desde Europa parece que les dejan, prohibición de los cultivos transgénicos en Aragón, para que nuestros maiceros puedan vender su producción a la antigua Campoebro, ahora Syral.
Apoyo eficaz a la agricultura ecológica –hay en fondos en Bruselas, esperándonos− y fomento de su consumo en los comedores públicos. Donde podría practicarse una política de compras de proximidad; así la cerveza del bar de la sede del gobierno no vendría del sur de España.
Simplificación de los trámites y requisitos para las pequeñas explotaciones agrarias y agroindustriales, así como los obradores artesanos. Y los funcionarios que sobren se pueden dedicar a la tan necesaria acción social o a apoyar otros tipos de ganadería, como la extensiva, tan útil en esta tierra.
Mientras redactan la tan prometida ley de artesanía alimentaria –para que los productores puedan vender directamente− apoyen los mercados de proximidad, que ya se ha demostrado, cada sábado en Zaragoza, que funcionan sin arruinar a ninguna gran superficie; de momento.
Y si eso, para finales de año, dejamos la reforma de la PAC, las leyes de márgenes comerciales, los planes estratégicos, la modernización de las cooperativas, los regadíos y el recrecimiento de Yesa y pantanos varios.