Según el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) la contaminación ambiental predispone a padecer obesidad y otras patologías derivadas del sobrepeso como la diabetes tipo 2.
Ampara su tesis en la función obesógena de determinados compuestos químicos naturales o sintéticos como pesticidas, fungicidas u otras sustancias muy presentes en nuestro entorno en productos como perfumes, plásticos, cosméticos o champús que alteran el sistema endocrino.
Ello es debido al papel que juegan algunas sustancias tóxicas, llamadas químicos disruptores endocrinos, en la alteración del sistema endocrino. Estos compuestos químicos, que están presentes en los alimentos, al interaccionar con el sistema endocrino, hacen que el organismo acumule grasa y no músculo porque al ser solubles en las grasas, se acumulan en ellas con mayor facilidad
Pertenecen al grupo de los contaminantes orgánicos persistentes (COPs), son productos sintéticos -mayoritariamente pesticidas e insecticidas- de baja biodegradabilidad, se mantienen durante mucho tiempo en el ambiente y se acumulan en la cadena alimenticia.
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