Invernaderos del Proyecto Smartom, que coordina la empresa Alquimiza. |
Fomentar la eco-innovación es una
de las apuestas de las empresas, asociaciones agrarias y profesionales del
sector agroalimentario de Aragón, tal como se ha puesto de manifiesto durante
la jornada de trabajo celebrada en el Centro
de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad
de Zaragoza. El objetivo es realizar un uso óptimo de los recursos y
materias primas disponibles, reutilizar
y reciclar residuos y recuperar especies autóctonas, así como la
necesidad de proseguir la labor investigadora en este ámbito.
Esta iniciativa se enmarca en las
actividades previstas por el proyecto Fomento de la eco-innovación empresarial
en Aragón, financiado por Gobierno de Aragón, para mejorar la competitividad de
las empresas a través de medidas sostenibles y promovido por la Fundación
CIRCE.
Antonio Valero, director general de CIRCE, ha presidido el acto,
acompañado por Miguel Ángel
García Muro, director general de Investigación e Innovación del Gobierno
de Aragón, quien ha destacado la necesidad de aplicar soluciones innovadoras y
respetuosas con el medio ambiente, como vía para mejorar la competitividad de
los productos aragoneses.
El encuentro, que ha reunido a más de 70 asistentes, ha servido para
intercambiar puntos de vista y experiencias entre profesionales del sector, y
presentar casos de éxito llevados a cabo por las empresas Lacasa, Grupo Pastores, Eco-Monegros 03, Bioselecta, Grupo BSV,
Adocrin, Agracon y el propio CIRCE.
Las distintas ponencias e
intervenciones han coincidido en la relevancia de hacer un uso eficiente de los
recursos como primer paso para alcanzar la sostenibilidad de los procesos de
producción. Así, optimizar el uso de materias
primas, fertilizantes, y especialmente agua, permite reducir el impacto
ambiental de esta actividad logrando al mismo tiempo importantes ahorros
económicos.
Al mismo tiempo, uno de los
objetivos de la eco-innovación es el de mejorar la calidad de los productos,
para lo que algunas empresas han llevado a cabo labores de recuperación de especies autóctonas
tradicionales, como la especie de trigo Aragón03,
la cabra Moncaína o la oveja Churra Tensina.
Otros proyectos presentados para
producir alimentos de una forma sostenible planteaban nuevos diseños de
maquinaria agrícola o pioneros sistemas de crecimiento. Por ejemplo el proyecto Smartom, para cultivar tomates en
altura, ha desarrollado un
innovador invernadero de crecimiento en vertical, que permitirá
optimizar el consumo de agua, recuperar residuos de poda y lixiviados para
obtener biomasa, y exportar el desarrollo al resto del mundo.
Los casos planteados también han
reflejado la necesidad de actuar sobre todo el ciclo de vida del producto,
involucrando tanto a proveedores y distribuidores como a los clientes. De este
modo, las empresas exigen cada vez más tanto a suministradores de materias
primas y embalajes, como a transportistas, que también integren medidas
eco-innovadoras, llegando al consumidor final un producto ecológico, que cada
vez cuenta con mejor valoración frente a los convencionales.
Un encuentro que refleja la
concienciación social
El objetivo de esta iniciativa es
apoyar a las empresas aragonesas del sector agroalimentario para generar
productos y procesos eco-innovadores y mejorar la eficiencia en el uso de
recursos, así como fomentar la convergencia del tejido productivo con el investigador
y las iniciativas de la Administración Pública.
Con el encuentro de ayer, son
tres las jornadas que CIRCE ha organizado en 2013 para fomentar la
eco-innovación en el tejido empresarial aragonés. Ambos encuentros dejaron
patente la fuerte concienciación que existe en la región por integrar procesos
más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, al contar con la
participación de más de 200 profesionales procedentes de un gran abanico de
sectores industriales.
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