[Artículo publicado por el director de GASTRO
ARAGÓN en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del viernes, 24 de octubre]
Aunque la
capitalidad española de la gastronomía se haya ido para Cáceres, hace ya una
semana, Huesca ya ha ganado. Quizá no la difusión que supone esta distinción –privada
y con sus propios intereses, no se olvide; como ‘Eurovisión’, por ejemplo−, ni tampoco tendrá los recursos que
hubieran dedicado diferentes administraciones a la promoción de haberse
impuesto.
Pero sí ha
ganado, y lo importante es no perder lo mucho obtenido durante este recorrido.
La candidatura ha tenido, sin duda, errores –alguno señalado hace tiempo en
esta columna−, pero ahora es el momento de detenerse en los aciertos. Y no
caer, como es tan habitual en esta tierra, en lamentos y denuncias de agravios
comparativos.
Estos dos
años de intentos, varios meses en realidad, han generado en la provincia de
Huesca, pues la candidatura no ha sido solamente capitalina, un importantísimo
–más de lo que creen sus propios protagonistas− movimiento asociativo y
participativo de los cocineros de la zona, los clásicos y ‘viejos’ –más displicentes por aquello de la edad y le escepticismo
que conlleva− y los entusiastas jovenetes. Pues allí muchos propietarios de
restaurantes son los propios cocineros, con todo lo que ello supone. Solamente
por ello, el esfuerzo ha valido la pena. Además, los productores
agroalimentarios se han sumado al movimiento, auspiciando el consumo de lo
propio en la zona, valorando lo de casa antes que lo foráneo.
La presencia
en ferias y eventos, los actos generados en casa, las múltiples reuniones
internas, el entusiasmo, son valores que, recrecidos al calor de la
candidatura, hay que cuidar y mimar. Lo de menos es no ganar, ni que no haya ‘pasta’ pública, pues a escote nada es
caro.
Lo
importante, lo que queda de este tiempo, es que Huesca ha sido capaz de unirse,
desde la base, para crear, creerse e impulsar la gastronomía propia. Ese es el
premio y lo que debe perdurar, más allá de temporales decepciones. A ver si es
verdad.
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